No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Mt.18:22 L os cristianos debemos lidiar con el tema del perdón de una forma muy especial. Las personas del mundo pueden decidir odiar o perdonar, nosotros no. Somos llamados a una vida superior y a establecer una diferencia de conducta con relación a las personas del mundo. Para nosotros el perdón no es opcional: es un mandamiento de ineludible cumplimiento. Hasta dónde llega una ofensa Uno olvida rápido las ofensas que da, pero las que recibe las escribe como en piedra. Cuando ofendemos justificamos nuestra conducta con razones que nos parecen suficientes, y hasta creemos haber hecho bien. Sin embargo, cuando somos ofendidos recibimos un impacto muy fuerte en nuestras emociones, y eso nos marca, ya sea hasta que oímos del ofensor palabras de arrepentimiento, o hasta que nosotros decidimos perdonar. La falta de perdón marca emocionalmente, y se puede llegar a caer en la amargura, e...