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Entradas

…Y TAMBIÉN A PEDRO…

Lic. Bruno Valle G. En la Biblia encontramos cientos de personajes, con temperamentos distintos, errores y aciertos, trascendentes e intrascendentes, emprendedores y fracasados, en fin, un universo de características fascinantes. En medio de ese mar de gente, hay alguien que se levanta, que es notorio, que se ha dejado ver todos estos siglos de cristianismo: Pedro, el humilde pescador, de gran temperamento. Vivía en la parte septentrional del lago de Galilea, y aparentemente era miembro de una cooperativa o empresa de pescadores, cuyos integrantes eran su hermano Andrés, y los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan. Al parecer, estos pasaron juntos probablemente desde la juventud. ¡Quién diría que aquel cuarteto sería protagonista de la más fascinante historia jamás contada! Su primer encuentro con Jesús El primer encuentro con el Señor manifiesta algo importante: al parecer él y su hermano Andrés buscaban ese contacto personal con Dios, necesitaban afer...

TODA DEUDA SE PAGA: La ley de la restitución

Si te ha perjudicado o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.    Yo, Pablo, lo escribo de mi puño y letra: te lo pagaré; Vs.18,19 P or las palabras que aparecen en los versículos 18,19, podemos llegar a la conclusión que Onésimo robó algo de su amo y por eso huyó. Posiblemente el dinero lo utilizó para financiar su viaje a Roma. Pablo prometió pagar a Filemón cualquier deuda que Onésimo tuviera con él. En el Antiguo Testamento había una ley llamada “Ley de la restitución”, Nm.5:5-8. En este pasaje encontramos 6 cosas importantes: 1. Que el daño que se causa a una persona es una traición al Señor. 2. Que hay culpabilidad por el daño causado, la responsabilidad es ineludible. Ni el tiempo ni el olvido del hombre, ofendido u ofensor, pueden borrar la culpa hasta que no se haya restituido lo defraudado. 3. La confesión es necesaria. 4. Restituir por el daño es imprescindible. No basta con el arrepentimiento y la confesión, es necesario devo...

LLENOS DE CONVICCIÓN POR JESÚS

¿POR QUÉ JESÚS SUDÓ COMO GRANDES GOTAS DE SANGRE?

EL RETO DE SER MADRE SOLTERA

“El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos indicó que en Nicaragua, hasta hace algunos años, había un 28.3% de madres solteras a partir de los 15 años. En las zonas urbanas esta cifra incrementa en un 34.2% en comparación con el 19% de las zonas rurales.” END, Martes 28 de  Septiembre  de  2010 Sandra Ardón, Nicaragua Criar hijos es un verdadero reto, y este se multiplica cuando es la madre quien tiene que hacerlo sola. Como se ha anotado, los casos de madres solteras se están multiplicando en nuestro país. Esta es una realidad que amerita consejos prácticos para orientar a las jóvenes, que por alguna causa, se encuentran en la tarea de criar a sus hijos “solas”. La madre soltera necesita asumir su realidad, sin llegar a creer que esa condición es un obstáculo para triunfar. Sus ojos deben estar puestos en el futuro, en las metas para llenarse de esperanzas. Estas le darán fuerza para el camino. Si observa solo el presente, se...

¿CONOCES LA LEALTAD?

“Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella.” Rut 1:14-18.  “ Tú también, Brutus, hijo mío ”, esta es la famosa frase con la que se recuerda la traición de Brutus contra César. La tradición cuenta que, puñal en mano, Brutus participó en una conspiración para asesinar al César, aunque César lo amaba profundamente. Según cuentan algunas historias, cuando algunos hombres lo asediaban para matarlo, Julio César se defendía, pero cuando vio que uno de los conspiradores era su amado Brutus, dejó de poner resistencia. Parece que confiar en la lealtad de otros no tuviera sentido. Seguramente la mayoría de nosotros ha experimentado la desilusión que nos causó una o más personas. Aquellos a los que entregamos todo sin interés, nos abandonaron en el momento menos pensado. LEAL: “Alguien que se mantiene fiel a otro o a una causa, y que sobre todo lo hace con sinceridad”. En el mundo existen íconos de traición, personas que han si...

VALE LA PENA VIVIR: William Kamkwamba, el niño que conquistó el viento