El hombre que no
lee no tiene ninguna ventaja sobre el que no sabe leer.
La lectura es fuente inagotable
de cultura y de conocimiento infinito, pero no siempre ha sido de esa forma. En
la antigüedad los libros eran raros y costosos. Los primeros materiales en los
que se escribió fueron la piedra, arcilla, madera, y pergaminos fabricados con
piel de animales. Pocas personas sabían leer, y muchos que sabían, trabajaban
como sacerdotes de alguna deidad.
Unos 500 años atrás, los libros
eran tan escasos y tan valiosos, que el obispo de Winchester, Inglaterra, tenía
solo 17 libros en su biblioteca. Cuando
necesitó de una Biblia, tuvo que pedirla prestada al convento de San Seithin, y
dejar una fuerte cantidad de dinero como garantía que la devolvería pronto y en
buen estado.
Las cosas han cambiado, y en la
actualidad tenemos acceso a la información de una manera rápida y abundante.
Personalmente he sido dueño de unos dos mil libros a lo largo de mi vida, y de
otros mil quinientos en formato electrónico. Estamos en una época en la que el
libro está al alcance de casi cualquier economía.
A.
¿POR QUÉ LEER?
Al igual que un músculo del
cuerpo, el cerebro debe ser ejercitado, y la única forma de hacerlo es leyendo.
La lectura es el único instrumento que tiene el cerebro para progresar, y ser
alimentado para poder vivir.
Además, la lectura nos ayuda a
desarrollar las competencias intelectuales que necesitamos para tener éxito en
un mundo tan competitivo. Un profesional que no lee pronto se verá absorbido
por la competencia salvaje. Leer es una forma de asegurarnos un futuro
brillante en nuestra profesión. Serás lo que hayas leído. Lee y conducirás, no
leas y serás conducido.
Con la lectura viene el
conocimiento, y con este la libertad. Ricardo León, novelista y poeta español,
aseguró: “Los libros me enseñaron a
pensar y el pensamiento me hizo libre.”
B.
BENEFICIOS DE LA LECTURA
La lectura es una de las
actividades más beneficiosas para la salud, pues se ha demostrado que estimula
la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales. Mientras leemos: obligamos a nuestro cerebro
a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria
y a imaginar. Con ella mejoramos nuestra capacidad intelectual y de
concentración. Además retarda y previene la pérdida de la memoria, por lo que
permitiría retrasar la aparición de enfermedades tales como Alzheimer y reducir
el número de casos. Para poder gozar de estos beneficios la lectura debe
desarrollarse de manera constante.
Permite que interactúes mejor con
las personas. Cuando leemos un libro nos sentimos parte psicológicamente de la
comunidad que protagoniza la narración, por ejemplo el colectivo de magos en el
caso de la popular saga de Harry Potter. Este mecanismo satisface una necesidad
humana fundamental: la de pertenencia a un grupo.
A su vez la lectura te permite
desarrollar un pensamiento crítico, es decir, te conviertes en una persona que
puede valorar las cosas con un mejor juicio.
Lectura y oratoria. Leer
nos vuelve mejores oradores. Cicerón decía, “a hablar no se aprende hablando,
sino leyendo”. Te vuelve un mejor orador porque cultiva en ti un acervo creciente y facilita la rapidez de
respuesta.
C.
CONSEJOS PARA LEER MEJOR
·
Aprovecha los momentos libres para leer buenos
libros. No desperdicies el tiempo en nimiedades ni en cosas frívolas como
telenovelas, salas de chat y otros distractores que en vez de ayudarnos a
crecer, nos estancan. El tiempo es la gran fortuna que se nos ha entregado a
cada uno, aprovéchalo al máximo leyendo.
·
El proceso de lectura puede ser más provechoso
si estamos claros cuál es el propósito por el cual leemos: por placer, en cuyo
caso leeríamos ficción, por obligación, en este caso libros de texto; para
investigar, ya sea en manuales o internet. Podríamos hacerlo también para
seguir instrucciones. La finalidad es lo que define los resultados de la
lectura.
·
Algunas personas acostumbran mover la cabeza
para seguir la lectura. Esto cansa rápidamente. Lo correcto es solo mover los
ojos sobre el texto, se avanza más y se fatiga menos.
·
No leas mientras estás en movimiento, por
ejemplo, si vas en un vehículo, pues procurarás mantener tu vista fija en un
texto que está en movimiento. Según algunos especialistas, esto es
antihigiénico para los ojos.
·
Busca tu rincón favorito para leer, la comodidad
cuenta a la hora de leer.
·
¿Qué es lo que llevas siempre contigo? Tu
teléfono celular, él puede ser tu cómplice en el fascinante mundo de la
lectura, pues ya hay dispositivos que puedes utilizar para guardar cientos de
libros en ellos, y leer en los momentos y lugares menos pensados.
·
A algunas personas no les gusta, pero marcar el
texto en aquellas ideas que te impresionaron más, es una estrategia muy útil
para comprender mejor el texto.
Desde las tablillas de arcilla con escrituras cuneiforme a
la moderna Tablet han pasado seis mil años, y en cada uno de estos siglos la
lectura ha marcado el camino del éxito para todos. El desarrollo de este hábito
está seguido de progreso y prosperidad en todos los niveles.
ALGUNOS
DEFECTOS COMUNES AL LEER
Leer palabra por palabra:
esto implica un mayor esfuerzo en el movimiento de los ojos y una mayor
inversión de energía para captar el sentido total de la oración.
Regresión: consiste en
retroceder inconscientemente en el texto ya leído. Esto es una pérdida de
tiempo.
Vocalización: es leer en
voz alta. Retrasa la lectura.
Subvocalización: consiste en pronunciar mentalmente el texto
que se lee. Esto lo aprendimos cuando nos enseñaron a leer desde niños. Se
puede superar con ejercicios especializados.
Falta de concentración: leer muy lento puede provocar que no nos
concentremos. Nuestro cerebro procesa
mucha información, y si leemos lentamente, se encargará de divagar, como si la
mente se aburriera.
Lectura muy lenta: la
lectura lenta disminuye la captación, se pueden recordar detalles, pero no el
conjunto de ideas.
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