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¿TE HAS PORTADO MAL?

¿TE HAS PORTADO MAL? 1 L a Biblia narra que en una ocasión, el rey David dejó de cumplir con sus deberes como gobernante, 2Sm.11:1. En el tiempo que debía ir a la guerra, mandó al general Joab con el ejército israelita, pero él se quedó en casa. Esta actitud trajo como consecuencia el terrible pecado de adulterio que el rey cometió con Betsabé, la esposa de uno de los soldados valientes del ejército, llamado Urías. 2Sm.11:2-4. Pero el pecado de adulterio no fue lo único que cometió David, sino que también mintió, y cometió asesinato contra el esposo de la mujer que tomó. La actitud más despreciable que se puede encontrar en la narración de 2Sm. 11, es la forma en la que David manda a matar a Urías: entrega en la propia mano del soldado la sentencia de muerte, sin que este se dé cuenta de que estaba llevando la orden de que lo mataran, 2Sm.11:14,15. Betsabé quedó embarazada como producto del adulterio cometido con el rey. David no pudo lograr que Urías se acostar...

MANOS A LA OBRA

Nehemías 2:18. Nehemías fue el gobernador de Jerusalén en los tiempos de reconstrucción, cerca del año 445 antes de Cristo. Cuando él llegó a Jerusalén, nadie sabía lo que tenía planeado hacer, Neh.2:16. Estaba dispuesto a reconstruir el muro de la ciudad, destruido décadas atrás. Lo primero que hizo fue examinar cómo se encontraba la ciudad para hacer planes de reconstrucción, apoyado por el pueblo, Neh.2:11-15. Luego comunicó sus ideas a los residentes de Jerusalén, 2:17. El entusiasmo de las personas fue inmediato, y a una voz gritaron: “Manos a las obra. Y unieron la acción a la palabra”. 2:18. ¿Cuántos planes hay en nuestra vida sin realizar? Muchas personas andan por allí diciendo a voz en cuello lo que tienen planeado hacer, pero nunca han hecho nada. ¿Cómo se considera usted? ¿Ha logrado cumplir sus metas, ha realizado sus planes? Según el ejemplo que encontramos en Nehemías, ¿cómo podemos alcanzar nuestras metas en este mundo? Leamos Neh.2:11-18,...

GRANDES OBREROS POR EL ESPÍRITU

E l Espíritu Santo debe guiarnos en todos los aspectos de nuestra vida. Bezalel era un artista, trabajaba con oro, plata y bronce, con piedras preciosas, las cuales tallaba, también con madera y otros materiales. En el pueblo de Israel no había otro que desempeñara tan bien su trabajo como él. Por eso, se le delegó una obra tan grande como los utensilios, adornos y decoraciones del tabernáculo de Dios en el desierto, Ex.31:3-5. ¿Sabe usted cómo este hombre se convirtió en un obrero más pulido aún de lo que ya era? Porque Dios lo llenó de su Santo Espíritu, Ex.31:2-4: “ Toma en cuenta que he escogido a Bezalel… y lo he llenado del Espíritu de Dios , de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa para hacer trabajos artísticos ”… Esto nos refleja una verdad importante: Que el Espíritu de Nuestro Salvador nos habilita no solo para la obra espiritual, sino también para todos los detalles de nuestra vida, incluso, en nuestro trabajo. Podemos asegurar que una persona cristiana q...

Construyendo la imagen de Dios

2Cor.3:18. D espués de pasar largos períodos en la presencia de Dios, Moisés descendía con su rostro iluminado por haber contemplado la gloria del Señor. Ex.34:29-33. El resplandor de su rostro no podía ser soportado por los israelitas, así que él tenía que cubrir su cara con un velo. Solamente cuando subía para estar con el Señor, Moisés descubría su rostro, Ex.34:34. El apóstol Pablo utiliza esta experiencia del gran libertador de los israelitas como una metáfora para destacar lo que debe ser la gloria de Dios en el cristiano: “ Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor,   y vamos transformándonos en su imagen misma,  porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu”. 2Cor.3:18, DHH. Mientras Moisés ocultaba la gloria del Señor, que estaba en su rostro, con un velo,...

Riquezas en el cielo.

Mt.6:19-21. Jesús era un maestro para ilustrar sus enseñanzas. Utilizaba situaciones de la vida real para que las personas entendieran. Era un comunicador experto de las verdades espirituales. En una ocasión dijo: “No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar.   Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar.  Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón. La polilla, una especie de mariposita, es destructiva en su estado de larva. Las personas a las que Jesús se dirigió conocían este insecto muy bien. Siendo que la ropa era en ese entonces una posesión muy apreciada, era una verdadera calamidad que estos gusanos aparecieran en ella, prácticamente significaba la destrucción de esta. Cuando el Señor menciona la destrucción de las cosas, en unas versiones...

COSTUMBRES QUE NO SON DOCTRINA

Las culturas antiguas nos han dejado un legado fantástico en los anales de la historia a las civilizaciones modernas. Los antiguos egipcios, con sus misteriosas costumbres, aún fascinan a todo aquel que pasa a lo lejos de su legado histórico, ya sea por medio de libros, revistas o aún por medio de programas televisivos que nos muestran cuán grandes e inteligentes fueron estos misteriosos personajes. Babilonia, la antigua ciudad con jardínes colgantes admirados por muchas generaciones, nos ha dejado un importante espacio en la historia antigua tocante a sus quehaceres culturales. La enorme belleza de los jardínes colgantes, les mereció que fueran reconocidos como una de las siete maravillas del mundo antiguo. Lamentablemente ahora estas bellezas sólo se pueden estudiar por medio de la arqueología, ya que lo que una vez fuera una ciudad hermosa, ahora yace completamente en ruinas como también la profecía bíblica lo predijera (Jeremías 50.1 3). Pero la cultura que más roba nu...

LLAVE QUE ABRE LOS CIELOS.

Orar es la única forma que tenemos para abrir los cielos. Sin embargo, es necesario hacerlo con persistencia. Hay dos cosas que pueden ocurrir con una petición: la primera es que podemos cansarnos de pedir y pedir, así que desistimos. La segunda, es continuar pidiendo hasta que obtengamos lo deseado. Santiago dice que cuando no somos persistentes, es que realmente no queríamos lo que estábamos pidiendo, y también demostramos incredulidad, porque cuando nos cansamos de pedir es que no creemos que Dios contestará nuestras oraciones, Stg.1:6-8. La persistencia es un signo de fe en Dios y en la oración. Al leer las palabras de Santiago: “Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor…” v.7, refiriéndose al de doble ánimo, comprendemos el deseo de nuestro Dios de ver nuestra persistencia, para que esta sea premiada. Debemos orar por las cosas que deseamos realmente y depurar nuestras oraciones de tanto palabrero que de todos modos no impresionan al Señor en nada. He notado que en...