Ir al contenido principal

PERSISTENCIA: LA FUERZA QUE APRESURA LA ORACIÓN

Lo peor que podemos hacer con la palabra de Dios es no creerla, y en cuanto a la oración, esta idea es más notable. La Biblia dice que la constancia en la oración es un signo de fe, y una garantía que recibiremos lo que pedimos, Stg.1:6-9.
El Antiguo Testamento manifiesta que la constancia era una cualidad de los que querían recibir beneficios del Señor. Cuando leemos expresiones como “Dios mío, escucha mi oración; no desatiendas mi súplica.” Salmo 55.1, nos encontramos ante una actitud perseverante, continua delante del Altísimo. Este tipo de expresiones aparecen literalmente muchas veces, y otras expresiones como “Rebeca no podía tener hijos, así que Isaac le rogó al Señor por ella. Y el Señor oyó su oración y Rebeca quedó embarazada.” Gn.25:21, también son muy comunes en los libros del Antiguo Testamento. Este último versículo presenta una bendición recibida, pero se nota una carga fuertísima de constancia e insistencia por parte de los beneficiados. Al aparecer una buena cantidad de veces este tipo de suplicas en la Biblia, da cuenta de que la oración tiene su parte dura, y es la paciencia que debemos tener y la constancia con la que tenemos que acompañarla mientras esperamos la respuesta. Otras expresiones son más acentuadas sobre este punto: “Dios mío, escucha mis gritos de dolor, ¡atiende a mi oración!”, Salmo 61:1.
Para Dios, las oraciones de sus hijos son agradables: “El Señor no soporta las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado la oración de los justos.” Pr.15:8, también versículo 29. Esta es una buena razón para estar en la presencia del Dios invisible con gran frecuencia.
El rey Ezequías fue un hombre de oración. Esta característica suya se puede notar en las veces que la Biblia menciona que recibió respuestas de Dios, Is.37:21, y 38:5. Su profunda vocación por la oración y su confianza en ella motivaron al Señor responder sus peticiones. Su actitud ante las grandes dificultades fue orar. Cuando estuvo a punto de ser invadido por los asirios, lo primero que hizo fue presentarse delante de Dios para rogarle su intervención, Is.37:1,2. Y al mismo tiempo, mandó a decir a Isaías que también él se pusiera en oración ante el Dios todopoderoso, 37:4. En la misma ocasión va al templo a orar después de recibir insultos él mismo y oír las blasfemias contra Dios por parte de funcionarios asirios, 37:14-20. Dios le responde que tenga confianza, y le da la seguridad que sus oraciones han sido contestadas, versículo 21.
Otra ocasión fue cuando Dios le anunció su muerte, pero por haber orado fervientemente, el Señor le concede 15 años más de vida, 38:5. ¡Qué gran noticia le llevó Isaías al rey!: tu oración ha sido escuchada, y vivirás quince años más. Un hombre que creía en la oración, en momentos peligrosos como en momentos de muerte, tuvo la dicha, por su confianza en el Señor y su constancia, de recibir frecuentemente las respuestas a sus plegarias. Su oración está registrada en Is.38:3, y en ese mismo capítulo, un hermoso salmo que compuso después de haber sido sanado, producto de su oración a Dios. ¡Qué hombre más admirable fue Ezequías! Creyó en Dios, creyó en la oración.
¿Qué debemos hacer mientras insistimos delante de Dios? Solamente esperar con mucha paciencia, así le demostramos nuestra plena confianza y dependencia. Salmo 37:7 dice: “Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia a que él te ayude.” La frase “guarda silencio ante el Señor” hace mención de una actitud humilde y dependiente, e incluso, se puede pensar que esto se refiere a quedarse esperando la respuesta de Dios sin quejarse de las circunstancias.
Hermano, ¿por qué darse por vencido cuando Dios nos dice que insistamos? ¿Por qué dejar de insistir en nuestras peticiones cuando estas pueden hallarse a la vuelta de la esquina? Quizás nos falte poco para recibir la bendición.
Las bendiciones buenas y duraderas, solamente son para los que perseveran orando por lo que quieren recibir.

Comentarios

elhijova ha dicho que…
ojala todos nosotros oraramos con persistencia al menos una vez en la vida.
Unknown ha dicho que…
La Oracion es muy importante, No puede faltar nunca en un Cristiano, pero tiene que estar acompañada de Compromiso de COnsagracion o Fidelidad a Dios, Porque Dios resiste a los sobervios y da gracia a los humildes.
PATRICIA ha dicho que…
Es cierto Dios esta presente siempre en cada uno de nuestros pasos y pensamientos, lo que necesitamos es que nuestra fe sea mas profunda.
PATRICIA ha dicho que…
Es cierto Dios esta cada instante de nuestra vida en cada uno de nosotros, lo que necesitamos es aumentar nuestra FE.

Entradas populares de este blog

EL HÁBITO DE MALDECIR: CONSECUENCIAS Y CÓMO SUPERARLO

La función que tiene nuestra boca en el desarrollo de nuestra vida es muy importante. Con nuestras palabras podemos construir una buena vida o destruirla constantemente. Aunque no lo creamos, esto es bíblico y muy real. La raíz del mal Por las malas relaciones, muchos suelen proferir palabras de maldición hacia otros. Una persona puede maldecir tan frecuentemente, que deja de ser consciente de que lo hace.   Maldecir se vuelve un hábito automático en muchos. ¿Qué significa maldecir? Maldecir, literalmente significa condenar algo a destrucción . Cuando alguien maldice a una persona o cosa, está condenando a esa persona o cosa a la destrucción. Por eso es que el diccionario afirma que maldecir es el deseo que al prójimo le venga algún daño. Sin embargo, realmente el daño sucede a quien maldice y no a quien es objeto de maldición. En Levítico 19:14, la Biblia dice: “No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Di...

ELÍ, LA NEGLIGENCIA TRAE SUS CONSECUENCIAS

Negligencia se define como “descuido u omisión” de la responsabilidad personal. También podríamos decir que es falta de esfuerzo y de aplicación  a las labores correspondientes. El ser negligente trae consecuencias severas, sobre todo cuando se es así en la familia. El ejemplo clásico en las Escrituras lo encontramos en el sacerdote Elí, quien a pesar de conocer la palabra de Dios y saber cómo debía actuar fracasó como padre y como líder religioso. Cuando Elí estuvo en el sacerdocio hubo oscuridad espiritual en Israel, al punto que la Palaba del Señor era escasa en aquellos días, 1Sa.3:1. La persona negligente no ignora lo que debe hacer, sencillamente, no lo hace. No es por falta de conocimiento que el negligente no actúa, sino por “pereza”. Elí sabía muy bien cuáles eran sus responsabilidades, incluso, un profeta llegó a advertirle lo que pasaría si él no reaccionaba, sin embargo, él no reaccionó, 1Sa.2:27-36. ¿Actualmente está atravesando alguna situación difíc...

NOEMÍ, DECISIONES EN CONTRA DE LA VOLUNTAD DE DIOS

Lic. Bruno Valle G.  Como seres humanos, somos libres de tomar las decisiones que queramos, sin embargo, también somos responsables de las consecuencias que estas nos puedan traer en el futuro. Si son buenas, excelente, pero si son malas, no podremos echar la culpa a nadie. Noemí fue una mujer judía emigrante, cuyas decisiones la llevaron al desastre y a recorrer un camino muy largo, plagado de sufrimiento, pero al final, logró aprender la lección y consiguió ser feliz. “ En los días en que los jueces gobernaban Israel, un hambre severa azotó la tierra. Por eso, un hombre de Belén de Judá dejó su casa y se fue a vivir a la tierra de Moab, junto con su esposa y sus dos hijos.    El hombre se llamaba Elimelec, y el nombre de su esposa era Noemí. Sus dos hijos se llamaban Mahlón y Quelión. Eran efrateos de Belén, en la tierra de Judá. Así que cuando llegaron a Moab se establecieron allí.   Tiempo después murió Elimelec, y Noemí quedó sola con sus dos hi...