TIEMPO, MATERIA PRIMA DE LA VIDA
¿Sabe usted cuánto tiempo
vivirá? La vida es realmente corta. Se cree que una persona con una vida
promedio llega a vivir unos 25,550 días. Lo que quiere decir que vale la pena
aprovechar al máximo el tiempo que tenemos en este cuerpo, ¡sin desperdiciar un
segundo!
San Pablo dijo: “aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos.” Ef.5:16. Para el Señor es importante la forma en la
que invertimos nuestro tiempo, y según Jesús, nuestra gran prioridad debe ser
el Reino de Dios: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia…”
El Espíritu Santo, nos instruye a vivir “sobria,
justa y piadosamente”. Al dejar que el Espíritu del Señor controle
nuestras vidas, podremos distribuir nuestro tiempo de manera apropiada y con
prudencia. Él resulta ser un gran colaborador y coach para nosotros en este
aspecto.
¿Por qué deberíamos preocuparnos por la administración
de nuestro tiempo? Las razones son varias, pero quiero darle tres muy
significativas: en primer lugar porque para Dios es de gran importancia lo que hagamos con nuestro tiempo. La Biblia así lo manifiesta. También
porque al administrar bien el tiempo podremos obtener más logros y tener una
vida realmente exitosa. Además porque la vida es breve, y debemos aprovecharla.
Un joven podría pensar que tiene mucho tiempo por
delante y que puede despilfarrar un poco. ¡De ninguna manera! Ese futuro no
está garantizado. La vida puede cambiar en un segundo. Un adulto podría pensar
que “todavía hay tiempo”, cuando realmente a él es que le queda menos tiempo.
Santiago escribió lo siguiente:
Escúchenme,
ustedes, los que dicen: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos
todo un año, y haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero.» ¿Cómo pueden
hablar así, cuando ni siquiera saben lo que les va a suceder mañana? Su vida es
como la niebla: aparece por un poco de tiempo, y luego desaparece. Más
bien, deberían decir: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o
aquello.» Sin embargo, a ustedes les gusta hablar
con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo. Si
ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando. Stg.4:13-17.
La última frase de este pasaje, “Si saben hacer lo bueno
y no lo hacen, ya están pecando”, se usa mucho en el cristianismo, pero se
aplica casi a cualquier cosa buena que omitimos hacer. Sin embargo, en el
contexto, Santiago nos quiere decir que “si sabemos cómo debemos administrar
bien el tiempo y no lo hacemos, ofendemos al Señor.” Amigo, el tiempo es un
regalo de Dios, él no está de acuerdo en que lo desperdiciemos.
“Clik” una película protagonizada por Adam Sandler,
cuenta la historia de un esposo afanado por trabajar, olvidando el tiempo para
su familia. Lo hacía porque deseaba
darles más comodidad, pero lo único que logra es desvincularse de ellos.
Las prioridades de Michael Newman, Adam Sandler, son
hacer dinero, saltarse los momentos difíciles y concentrarse en lo que él más
amaba: su trabajo. Cuando pierde el control remoto, busca en una tienda un
control universal, pero el vendedor le da uno muy especial: un control del
tiempo, con el cual podía andar por diferentes épocas. Sandler lo compra y lo
prueba. Se da cuenta que es verdad, y comienza a usarlo arbitrariamente,
saltándose los momentos difíciles, sus enfermedades, las complicaciones, etc.
Se salta muchos episodios de su vida, y en el proceso va envejeciendo y
perdiendo lo que él quería, su familia. Lamentablemente, una vez iniciado el
uso del control, ya no podía devolverlo. Su situación se vuelve irremediable.
Pierde su familia, pero obtiene un buen puesto que no lo
satisface para nada, y en ese momento ya está viejo, enfermo, y con cáncer.
Ahora, con todo su corazón, anhela volver al pasado, recuperar el tiempo con su
familia, pero muere irremediablemente. Cuando muere, realmente despierta, y se
da cuenta que ha recuperado su vida. Esta vez está dispuesto a hacer las cosas
bien. Conquista a su familia, pasa tiempo con sus padres, hace lo mejor que
puede. Recupera el tiempo perdido. Al final, vuelve a encontrar el control del
tiempo, esta vez con una nota que decía que todo lo que había pasado era
realidad, pero que en esta nueva oportunidad podría hacer las cosas bien.
Hermano, la advertencia de “Hacer las cosas bien” es
válida para todas las etapas de nuestra vida, y si somos inteligentes,
aprenderemos a administrar bien nuestro tiempo para glorificar al Señor y vivir
una vida plena. Recordemos que el tiempo es un recurso no renovable, por ello
hemos de administrarlo con prudencia y mucho provecho.
REFLEXIÓN:
Cuando nuestra vida llegue a su fin, ¿qué clase de
historia contará? ¿Reflejará prioridades que honren a Dios, o será sabio hacer
ajustes ahora mismo acerca de la manera en que gastamos nuestro tiempo? La
Biblia dice: …aprovecha bien el tiempo. Col.4:5b. ¿Lo estamos haciendo
realmente? Una persona sabia no solo pasa el tiempo: lo invierte.
PREGÚNTESE:
ü ¿A qué estoy dedicando el tiempo de mi vida? ¿Resto tiempo a las
actividades realmente importantes para dedicárselo a cosas superfluas?
ü ¿Cuáles son cosas “no provechosas” a las que les ofrezco mucha
atención?
ü ¿Aprobará el Señor la forma en la que estoy administrando el tiempo de
mi vida?
ü Antes que muera, ¿habré cosechado logros verdaderamente importantes?
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