PADRE, OYE LA VOZ DEL ÁNGEL
El silencio de la noche era profundo, y el día había sido placentero. Nada daba malos indicios. De repente, muy entrada la madrugada: ¡José, José!, una voz que lo sobresaltó y una orden de inmediato cumplimiento: “¡Levántate! Huye a Egipto con el niño y su madre. Quédate allí hasta que yo te diga que regreses, porque Herodes buscará al niño para matarlo.” Mt.2:13, NTV. La acción de José, el padre de Jesús, fue inmediata: “ Entonces José se levantó y se fue con el bebé y la mamá a Egipto durante la noche.” Mt.2:14, PDT. Estos textos nos enseñan grandes verdades sobre la responsabilidad protectora del padre. Primero nos deja ver de quién es la máxima responsabilidad del cuido de la familia: José, José. El ángel se dirigió al padre del niño para advertirle del peligro. No se dirigió a María, ni al niño, habló con José. Los padres tenemos la máxima responsabilidad de velar por el bienestar de nuestras familias. No solamente de proveerles materialmente, sino de protegerla