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Mostrando entradas de enero, 2012

CORRE, MELOS

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Rondaba los 12 años de edad, cuando una mañana de sábado, sentado con mi familia, nos dispusimos a ver una película en dibujos animados, cuyo título era “Corre Melos”. En ella se presentaba la historia de dos amigos, quienes habían servido al rey en el servicio militar cuando eran jóvenes. Esta es una historia corta del escritor japonés Osamu Dazai, publicada en 1940, y muy leída en las escuelas de Japón. Los dos amigos se vuelven a encontrar muchos años después en el pueblo donde uno de ellos vivía, Siracusa. El amigo del pueblo, escultor de gran renombre, le relata a su compañero de milicias cuánto ha cambiado el rey, lo desconfiado que se volvió y lo déspota que se comportaba con sus súbditos. Andando de compras por las calles del pueblo, el visitante tiene un rencuentro desafortunado con el rey: en un descuido, su pequeño acompañante, asusta a uno de los caballos del rey, el animal brioso bota al monarca, y los soldados capturan al joven, quien jura que todo fue un accidente, p

CASI TODOS SOMOS IDÓLATRAS: EL GRAN PECADO DE LA TERQUEDAD.

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“Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación . Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.” 1Sm.15:23 La biblia y la vida están saturadas de tercos. En las escrituras encontramos muchos ejemplos de personas que quisieron prevalecer en su conducta antes de someterse a la voluntad de Dios. A diario nos rosamos con personas que no oyen, y siempre quieren imponer sus opiniones y conductas. La terquedad es obstinación, es el empecinamiento en la opinión propia. A la persona terca se le puede llamar también testaruda. A sus propios ojos no es terca, es inteligente y quien tiene el punto de vista correcto. El nuevo nacimiento implica un cambio total de la personalidad, del viejo hombre, y la terquedad es una de las características que deberíamos abandonar en el comienzo de un nuevo año. El profeta Samuel, al repr